lunes, 25 de noviembre de 2013

Don't forget where you belong

Falda granate, medias negras a hasta las rodillas y unos zapatos de suela vertiginosamente gruesa. Una chaqueta tejana y una blusa blanca. Nada más encima.
Siempre tan estúpida: si iba a viajar a Inglaterra así probablemente pillaría una pulmonia.
Deje caer el colgante dorado que me dio mi mejor amigo  al decirle que iba a pasar todo el verano con mis primos británicos sobre mi pecho y luego di vueltas a los múltiples anillos de mis dedos. Estaba nerviosa: podía oler la gasolina del avión y notaba el temblor de los motores bajo mis pies.
La adrenalina recorría mi cuerpo.
Agaché la mirada hacia mi libro favorito: "Las ventajas de ser un marginado"
Antes de que el protagonista diera su primer beso, el aterrizaje del avión interrumpió mi lectuta.
Suspiré.
Al salir del avión y recojer mis maletas volví a sentir mariposas en mi estomago. Delante de mí me esperaba un chico de pelo rizado, miope y bajito con un cartel escrito con rotulador verde gastado: "Aeryn"
Sin duda era mi primo: esos ojos grandes y marrones cafe solo los tienen los de mi familia.
Me subí a su Jeep: su madre conducía horrorosamente pero nada comparado con mis otros tíos.
Nadie intentó entablar conversación, ni siquiera yo.
Siendo una de las Youtubers más reconocidas en España no se me ocurría nada que decir.
Mi primo Caleb, el míope, puso música.
"Royals"
Desde el tejado abierto de su coche no pude evitar notar ese olor a naturaleza. Madera, agua... una extraña sensación de libertad invadió mi cuerpo y se me olvidó por completo lo mal que conducía mi tía.
En cuestión de instantes me di cuenta de algo: yo ya había estado aquí.
Siempre había pensado que esos recuerdos borrosos no eran más que sueños. Pero no, de verdad este sitio existía, estaba delante de mí.
Levanté mis gafas de sol y una chica pelirroja se me tiró encima: mi prima Lilly. Antes de venir aquí pensaba que me iba a costar recordar los nombres pero yo ya había abrazado a esa chica antes, ya había estado junto al fuego comiendo malbabiscos a su lado. Discutiendo por cual de los vecinos era el más guapo. ¡Los vecinos! Eddie y Samuel. Ni siquiera me acordaba de los mellizos. ¿Seguían colandose en nuestro granero o tia Jarett los había pillado ya?
¿Cómo podía haber olvidado todo esto? Fueron los mejores momentos de mi vida. Miré los ojos de Lilly: marrones. Por muy lejos que estuvieramos la una de la otra: eso nos unía. Y por mucho tiempo que pasara sin ver a mi familia inglesa, iba a recordarlos siempre por sus ojos marrones y su sopa fría.
Salté dentro de la casa mientras mi corazón daba girones y noté el suelo crujir bajo mis pies: el parqué de esa casa y el olor a hogar. La chimenea, la radio encendida las 24 horas del día.
Los platos tirados en la pica y los cuadros torcidos. Ese desorden perfectamente ordenado para que te hiciera sentir como en casa.
No pude contenerlo, tiré las maletas al suelo y corrí a la parte de atrás. Corrí todo el campo hasta el granero y abrí la puerta de golpe: no había nadie.
Una decepción me invadió, parte de mí ansiaba que Eddie estubiera allí jugando con los gatos o saltando sobre la paja. Me senté en el piso de abajo y observé todo el granero: estaba igual.
Aún podía oír a Lilly gritando a Samuel que dejara su falda en paz. Incluso podía ver la sonrisa tímida de Eddie al mirarme.
Noté algo moverse encima de mí. Pensé que sería un gato. Pero entre una de las grietas de la madera vi una mejilla, unos dedos...
Esas pecas.
Subí las escaleras corriendo y reconocí esas sabanas enseguida. Eddie las robó a tia Jarett para dormir en el granero. ¿Cómo era posible que todo siguiera igual? Era como viajar en el tiempo.
Eddie abrió los ojos y levantó la mirada.
-Fuera de mis sueños.-murmuró
Lo miré confusa:
-Eddie, soy yo, Aeryn.
Se levantó de golpe tapándose la ropa interior con las sabanas.
Se acercó lentamente y me miró fijo a los ojos.
-Aeryn.-dijo sorprendido.-Hace siete años que no nos vemos.
Me reí, su acento británico seguía igual de marcado y ridículo.
Se abalanzó sobre mí pero no me sentí incomoda para nada. Le correspondí con todas mis fuerzas.
-Te he echado de menos.-me acarició dedpeinándome
Volví a abrazarlo, no entiendo cómo podía haber vivido siete años sin volver aquí.
Me senté a su lado y comenzamos a hablar, queríamos recuperar todo el tiempo perdido. O almenos intentarlo.
Colocó su jersey en mis hombros.
-¿A quién se le ocurre? ¿Falda en Hackett Field?
Nos reímos. Seguía siendo el mismo rubio tímido de risa grave.
Después de todas las tardes en el lago y las noches frente la hoguera. Después de todos los besos que me robaba Eddie y todos los secretos que le conté a Lilly. Después de los mejores días de mi vida y sin darme cuenta, pasó el verano.
-No quiero irme...-suspiré.-Éste es mi sitio.
-No te voy a hacer prometer que volverás. Solo te pido que no olvides que éste es el sitio al que perteneces y que aquí tienes un hogar.-Eddie me besó en la frente y nos quedamos abrazados hasta que tuve que subir al avión.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Leave The Shadows 6 (parte 1)

Me desperté desorientada, ese no era el cuarto de Bradley. Me levanté y fui a mirar las libretas del escritorio: Brian.

-Salid de donde estéis, bastardos.-grité al sentirme observada.

Brian, Taylor, Chace, Nate y Dan salieron de la nada.

-¿Qué hago aquí?

-Escúchame, Lucy.-murmuró Brian

Me resigné a abrir la boca.

-Está a punto de estallar una guerra entre el clan de los licántropos y el clan de los guardianes. En cuanto comience, Bradley deberá elegir un bando ya que él solo no va ha poder. Y tú debes hacer lo mismo. Tus poderes están a punto de florecer y podrías hacerte daño a ti misma si no sabes utilizarlos.

-Me voy a ir de aquí.-resoplé

-No hay lugar en la tierra en el que te puedas esconder. Los licántropos y los guardianes estamos por todas partes.-advirtió Chace

-Lucy, si no eliges bando... Te conviertes en enemigo de los dos clanes.-dijo Taylor seco.-No quiero... Queremos, tener que matarte.

¿Qué coño iba a hacer?

-No quiero traicionar a Bradley.-dije, casi en un susurro

-Es tu decisión.-respondió Taylor

Bradley entró.

-No quiero que le pase nada a Lucy.-dijo serio.-Vete con ellos, te protegerán.

-No quiero los poderes.-dije mirándolos

-Lucy, esto no es un juego, vete con ellos.-me susurró

-¿Y que te maten?-lo miré fijo.-No voy a dejarte solo en medio de toda esta mierda.

-Entonces nos matarán a los dos.

-No.-dijo Brian.-Deberíamos proteger a Lucy y si eso implica olvidar la sangre de un licántropo deberíamos estar dispuestos a hacerlo.

-¿De qué hablas, Brian?-preguntó Taylor

-Dice que deberíamos darle un sitio en el clan. Es lo más sensato...-explicó Dan

-Ni hablar, ¿habéis olvidado quién es él?

sábado, 20 de abril de 2013

Leave The Shadows 5: ¿Confías en mí?


-Bradley...yo...-tragué saliva.-¿Qué nos pasará?-vaya, ¿dije “nos”? Era la primera vez que me sentía unida a alguien como con Brad
-¿Confías en mí?-asentí, estaba realmente segura de que confiaba en él.-No nos pasará nada.-se acercó un poco más y besó mi frete.-Dame la mano.-dijo cogiéndome de la cintura para ayudar a levantarme.-No voy a dejar que te hagan daño, eso ya lo sabes.-me abrazó
-Brad, estoy harta de desmayarme y no me encuentro muy bien. ¿Puedes llevarme a tomar el aire?-ignoré su comentario, no me gusta que se preocupen por mí
-Está bien.-sonrió.-Te llevaré a...-
-¿A dónde? Tú no te la llevas a ningún sitio.-gritó Taylor
-No, no me lleva. Me voy yo solita con él. Que tengo piernas y cerebro.-Taylor me cogió del brazo
-Si te vas con él te matará, como mató a tu madre.-me susurró y miré a Brad sorprendida, estaba confundida y desorientada
-¿La mataste?-las lágrimas bajaban por mis ojos
Él agachó la cabeza, con eso tuve suficiente. Me fui a mi cuarto y me encerré. Los chicos ni siquiera me siguieron.
Vi una nota pasar por debajo de la puerta, la ignoré. Estaba tumbada en la cama, llorando como una imbécil. Odiaba a la persona que había matado a mi madre, pero lo frustrante era que me parecía imposible odiar a Bradley. Yo solo quería abrazarle, ¿por qué? Si había matado a mi madre de verdad, me había quitado parte de mi vida. No tiene sentido.
Me recogí el pelo en una coleta y me miré al espejo. Este sería un buen momento para cortármelo tipo videoclip musical triste. Pero no soy la reina del drama ni lo intento.
Abrí la puerta y caminé hasta que pude ver el bosque delante de mí. Luego seguí el camino que había seguido con Bradley. Fui al lago.
-¡Marcus!-grité sin respuesta.-¡Marcus, joder!-volví a gritar y me senté apoyada a un árbol
Antes de que pasara todo eso...estaba siendo un buen momento. Estaba con Bradley, delante de un lago enorme. Era todo muy...¿romántico? Marcus lo estropeó, ¿qué se le va a hacer?
-Hola, preciosa.-sentí el aliento a menta de Marcus chocando contra mi oreja
-¿Es verdad lo de Bradley?
-Bueno, sé muchas cosas feas de Bradley...¿cúal de ellas?
-¿Qué cosas?-me levanté
-Mira porno.-se rió
-¿Mató a mi madre?
-¿Te ha contado que mató a...? Este tio es tonto...
-Me lo ha contado Taylor.
-No sé cúal de los dos es más estúpido...-murmuró.-Si te han dicho que fue él...es que fue él. ¿Qué crees tú?
-Creo que estás jugando. Esto no es un juego. Podría denunciaros a todos por asesinato. Es más, lo voy a hacer.
-Tranquila, gatita. Por muchas denuncias que pusieras, te las rechazarían todas. No puedes denunciar a un licántropo por deshacerse de sus enemigos...Los juezes saben lo que pasa después de condenar a un licántropo
Me quedé callada, no sabía muy bien como contestar.
-Te voy a hacer una propuesta...-sonrió malicioso y acarició mi pelo.-Solo si tú quieres.-pasó las manos por mi cuello y respiré hondo
-¿Qué quieres?-aparté sus manos de mí
-A ti.-me miró fijamente.-Sería una pena desperdiciar a una chica tan guapa con esos génes de vampiro, ¿no?-puso su nariz sobre la mía cogiéndome de la cintura y apoyándome en el árbol.-¿Quieres ser una de ellos?-preguntó
-No.-dije, nerviosa
-Hay una forma de evitar el cambio.-me estrechó más hacia él y yo forcejeé.-Tranquila, si quieres ser una chupa sangre...¿O quizás no te gusto?
No contesté.
-Si....-besó mi cuello y mis brazos se quedaron muertos, no podía moverlos.-...tienes una conexión, digamos que especial, con un licántropo; los poderes desaparecen. ¿Qué me dices?
Negué con la cabeza aturdida, no podía moverme ni articular palabra.
-Vamos, tú y yo, en una playa...de noche.-comenzó a besarme y logré mover una pierna intentando darle una patada, pero me sentía débil
-¿Qué intentas?-oí la voz de Brad pero no lograba verle, entonces miré más abajo:¿era un lobo? Claro que lo era, qué estúpida que soy.
-Darle lo que quiere.-contestó él
­-¿Quieres que estalle una guerra? Sabes que los amos ahora van a por ti.
-Pues dame la bienvenida a tu club. Espera, que a mí no me odian los de mi propia sangre.
-No me odian a mí, odian la idea de mí que les has metido en la cabeza.-de repente, Bradley volvía a tener su forma normal, apartó a Marcus de mí y me cogió de la cintura.-Vamos, no te juntes con perros.
-Apártate de mí.-di un paso hacia atrás y me di un golpe con el árbol.-No te acerques a mí, jamás.-le di un empujón y las heridas de los nudillos se abrieron
-Estás cometiendo un error, Lucy.-me susurró Brad
-El error lo cometiste tú, ¿no crees?
-Yo no maté a tu madre.-gruñó y levantó la mano para golpearme, pero pareció que se lo pensaba dos veces y agachó la cabeza.-Dijiste que confiabas en mí.-vi al lobo delante de mí, pero esta vez caminaba en la dirección opuesta y pude ver como se iba
-No puedes apartar a las personas que te quieren ayudar.-me susurró Marcus
-Adiós.-dije entre dientes caminando en la misma dirección que Bradley
Fui siguiendo las huellas, no fue difícil, estaban muy marcadas en el suelo. Como cuando pisas fuerte en el suelo porqué estás enfadado. Llegué a una cueva, y me lo pensé dos veces antes de entrar.
-Bradley, ¿estás ahí?
Noté unas manos calientes sobre mi cuello, haciendo presión y tirándome al suelo. Entonces vi a Brad encima de mí.
-¿Crees que te voy a matar? Es eso, ¿no?-levantó la mano para darme un manotazo, pero en vez de eso le hizo un rasguño a mi camiseta (que era suya, para ser sinceros)-¿No crees que ya lo habría hecho?-se acercó a mi cuello y lo olió.-Te habría llevado a mi habitación, te habría dicho que te quiero...y mientras durmieras entre mis sábanas...ya estarías muerta, Lucy.-respiró apresuradamente sobre mí
-¿Crees que es fácil? Acabo de llegar y debo elegir entre dos bandos. Y lo más seguro es que si me voy contigo y con tus amigos me maten. Y si no me voy con vosotros, vete tú a saber en qué me convierto.-dije, sonaba como la directora de un colegio privado estresada
-Yo no estoy en ninguno de los dos bandos. Yo estoy contra ellos. Estoy de tu parte, Lucy.
-¿Por qué? ¿Por qué quieres ayudarme?
-Porqué, aunque tú no lo sepas, te conozco.-sonrió.-Y porqué eres la primera persona en 6 meses con la que hablo, y parecía que eramos amigos.
-Parecía algo más que una amistad.-se me escapó una sonrisa y él me besó
-¿Entonces? ¿Crees que haría daño a alguien que me importa?
-Brad, no nos conocemos, no puedo importarte.-la imagen de mi madre no me dejaba estar cómoda con Bradley
-Te conozco más de lo que crees.-me acarició.-Deja de ser tan fría, relájate.-besó mi cuello
y me acarició la cintura.-Iremos a mi cuarto a curarte los nudillos, peleona.-me guiñó un ojo y me levantó del suelo.-Vaya, he destrozado mi camiseta.-puso una mueca.-Solo quería asustarte.-me cogió de la mano.-¿Iremos al baile juntos? Después podríamos dar un paseo por la playa.-sonrió
“Pasear por la playa” por alguna repulsiva razón me recordaba a Marcus.
-Claro.-suspiré.-...Lo siento.-le di un abrazo
-Tranquila, yo también dudaría de mí mismo. Es más, lo hago a menudo.
Fuimos hasta la habitación y me senté en su cama mientras sacaba un botiquín de emergencia.
-Bradley, déjalo, ya no me duele.
-Cállate o te pondré la venda en la boca.-sonrió poniendo alcohol en mis manos y yo hice una mueca porqué escocía
-Brad, duele, duele mucho.-me mordí el labio y él se rió
-¿De qué te ríes? No tiene gracia.
-Ya está.-dijo al terminar
-¿Te puedo preguntar algo?
-Claro.
-¿Cómo que hace 6 meses que no hablas con nadie?
-Bueno, cuando vine a este internado... los amos se enfadaron. Y supongo que también son los amos del colegio. Así que nadie habla conmigo. Y los profesores casi nunca me preguntan. Y como tampoco me hablo con los de la manada...-le abracé, me sentía un poco identificada, tenía pocos amigos y los que tenía estaban siempre de fiesta, lo que a mí no me gustaba, así que era la típica niña alternativa y marginada que se camufla con el papel pintado del colegio
-No te preocupes, yo tampoco tengo muchos amigos aquí.-bromeé
-Si quisieras los tendrías.-me estrechó contra él y me besó en la mejilla.-Eres una de los populares.
-Yo no soy nada de nadie, Brad.
-Nadie nunca me ha llamado Brad.-se rió
-¿Te molesta?
-Me encanta.-ahora me miraba a los ojos.-Te besaría ahora mismo, pero quedaría muy de película.
-¿Y?
-Pues que el amor de película solo dura dos horas. Y yo necesito más de ti.-sonreímos
-Me gustas.-susurré
-Vaya, nunca pensé que fueras tan directa. Pareces más bien...discreta.-se rió
-No seas bobo.-le di un empujón cariñoso.-¿Yo te gusto?
-No.
-Qué mal, ¿no? Entonces, ¿por qué me besas?
-Porqué tú a mi no me gustas, me enamoras.-me puse roja como un tomate.-Ya te he dicho que te conozco más de lo que crees.
-¿Cómo?
-Eso no te lo voy a decir.-sonrió.-Te conozco desde antes de que nacieras, Lucy.
-Pero, ¿cómo? No seas malo, dímelo.
-No voy a decírtelo.-comenzó a hacerme cosquillas en la barriga, pero yo no tengo cosquillas ahí
-No tengo cosquillas, Brad.
-¿Ah no? Y...-pasó sus manos por debajo de mi camiseta y yo me asusté, luego puso las manos debajo de mis brazos y comencé a reírme
-Ya Brad, para.-le supliqué
-Me gusta tu risa.-paró y me calló con un beso, yo le alboroté el pelo
-Eres malo.
-Pero voy a protegerte...tan malo no soy.

lunes, 18 de marzo de 2013

Catch Me 20

Narra Liam
Intenté besar a Aly un par de veces y apartó la cara, está rara. ¿Y si piensa que voy demasiado rápido? Necesito hablar con ella, pero no sé por dónde empezar.
-¿Aly?-le di un golpecito a la puerta de nuestra habitación
-Pasa.-oí su voz y, al entrar, la vi maquillándose
-¿Vas a salir?-le pregunté
-Ésta noche es noche de chicas.-sonrió
-¿Chicas?-me acerqué.-¿Dónde iréis? Si es que quieres decírmelo, claro.
-A Babylon, supongo.-puso gloss en sus labios
-No bebas mucho.-sonreí y le di un beso en la mejilla
-¿Estás bien, Liam?-me preguntó
-¿Cómo estás tú?-
-¿A qué viene eso?-se rió.-He preguntado primero.
-Nada, me preocupo.
-No hace falta que te preocupes.
-No, sí que hace falta. Porqué luego llegas a casa con el rimel corrido diciéndo que has hecho una locura.
-No soy de esas.
-Siempre hay una primera vez.-gruñí
-Estás especialmente estúpido hoy, Liam.
-¿Me acabas de llamar estúpido?-
-Sí, te he llamado estúpido.-se sentó y se puso unos tacones
-Está bien, pero borracha no te quiero en casa.-le tiré la chaqueta
-No tenía planeado venir a dormir aquí.
¿Qué quería decir con eso? Estuve comiéndome el coco hasta que me quedé dormido. ¿Iba a engañarme? No, no era posible. ¿Entonces? ¿Por qué no vendría a dormir?
Narra Aly
No sé qué pretendía Liam, ¿me estaba llamando guarra indirectamente? ¿Y si sabía algo de lo de Harry? No quería ponerme en lo peor. Me vestí y llamé a un taxi, no tenía muchas ganas de hablar con Liam.
-Aly, ¿has visto a Jess? Aún no ha llegado.-me dijo Cash en la puerta de la discoteca.-¿Sabes a quién ha invitado?
-¿A quién?-pregunté
-A Madison y a la nueva novia de Harry.-
-No sé cuál de los dos es peor.-no sabía que Harry tuviera novia, eso me dolió pero decidí no darle mucha importancia
Cash iba vestida muy elegante, para ser tan joven, tiene muy buen gusto. Como no tiene 18 años viste con tacones muy altos para dar el pego y siempre va de discoteca con nosotras que ya somos mayores de edad.
-Hola chicas.-sonrió Abi y nos abrazó
Ella iba vestida más sencilla, pero le quedaba muy bien ese look desenfadado.
-Tardan mucho.-puse una mueca
De repente, un descapotable azul se paró delante de nosotras tres y una chica rubia salió de la parte de atrás, imponente. Todo el mundo la miraba, llevaba un vestido largo hasta los tobillos y...cuando levante la cabeza, me di cuenta de que era Jess. Nunca la había visto vestida con colores como esos. Abrí la boca hasta el suelo.
-Oh dios mío.-me acerqué a ella y le di un abrazo
Del coche salió, también, una chica pelirroja con un vestido rojo. Le quedaba muy bien. Esa debía ser la chica de Harry así que evité mirarla mucho.
Y, por último, de la puerta delantera salió Madison. Iba vestida muy básica, lo que no me gustó, quizás es porqué le tengo cierto odio.
-Hola, chicas.-sonrió la pelirroja.-Soy Kyle.
-Harry me dijo que eras rubia.-Cash esquivó sus dos besos estrechándole la mano
-Me he teñido esta mañana.-sonrió mirándome y yo le di la mano, cuando se dio la vuelta para saludar a Abi limpié la palma de mi mano con el vestido y Cash se rió
Madi me dio un abrazo y me susurró una disculpa. "Si, yo también siento que seas una zorra" pensé. En vez de decirlo, le correspondí el abrazo y puse una sonrisa falsa.
-No seas mala con ellas.-me susurró Jess
-Lo que sea.-bufé.-¿Tienes cigarrillos?-le pregunté
-No, lo estoy dejando.
-¿Dónde está la Jess que yo conozco? ¿Te la has comido?-me reí
-No exactamente, pero si que hay una personita en mi barriga.-me susurró riéndose
Entramos en Babylon y comenzamos a bailar, sonaba "Your Body" de Christina Aguilera. Intentaba no fijarme en Kyle para no ponerme celosa pero nos encontramos a Harry y se pusierona besarse delante de mí. Cuando ella se fue al baño me tomé un chupito y fui a hablar con él.
-Harry, me parece...-no me dejo terminar, comenzó a besarme.-Eres un imbécil.-le di una cachetada
Él solo sonreía, ¿por qué hacía eso?
Iba vestido muy informal para estar en Babylon, una de las discotecas más importantes de aquí.
Me tomé uno, dos o tres chupitos más, ni los conté.
-Nos vamos.-dijo Madi.-Triándome las llaves del descapotable. Vaya imbécil.-eso último lo susurró
-Ya ves.-le respondé y nos reímos, quizás no era tan mala
En el coche me senté en la falda de Jess porqué no había más sitio, ibamos escuchando la radio y parecía un videoclip de música.
Llegamos a un bar con karaoke, creo que Madi nos quería llevar ahi para que no estuviera cerca de Harry. Al final no es tan zorra como parece.
-Vamos Jess, lo estás deseando.-le di un golpecito con el codo
-No, no pienso cantar.-negó con la cabeza varias veces.
-Tienes una voz impresionante, vamos.-le supliqué
Se subió al escenario, todo el mundo la miraba, y es que estuvo impresionante.
Narra Jess
Hacía como dos años que no cantaba, cuando me bajé de ese mini-escenario corrí al baño y vomité.
-Estúpido niño.-suspiré mirándome al espejo.-Deja de putearme, ¿me oyes?-le hablaba a mi barriga, mi locura llegaba a niveles insospechados
-¿Jess? ¿Estás bien?-me preguntó Cash
-Mi hijo me odia y aún no ha nacido.-bufé
Ella se agachó en frente de mí y me puso una mano en el estómago.
-Hola, mini-Jess, soy la tía Cash.-sonreímos tiernas, sí, me daba ternura esa escena.-No seas mala con tu madre.luego nos dimos un abrazo y comenzó a sonar mi móvil
-¡Mamá!-sonreí contenta, hacía mucho que no hablábamos
-Hija, hace como medio siglo que no hablamos. ¿Cómo estás?
-Muy bien, mamá. ¿Y vosotros?
-Oye, no me vayas de tonta. Sabes por qué te llamo, ¿no?
-Em...porqué hace medio siglo que no hablamos.
-Tu prima Lola me ha dicho que te has echado novio.-noté su tono amenazante y se me puso el vello de punta
-Pues...sí.-sonreí nerviosa
-Pues a la cena familiar que tenemos mañana y que supongo que recuerdas.-no, lo había olvidado por completo.-Nos traes a tu novio. Tiene que pasar el "mom test".
-Mamá, todos los chicos que pasan el "mom test" salen corriendo y no los vuelvo a ver en mi vida.-me quejé
-Ese es el objetivo.-rió maliciosa
-Pues no, porqué yo estoy enamorada de Zayn, y ésta vez no te va a funcionar.-me puse nervioda y colgué
El "mom test" consiste en que mi madre comienza a hacerle preguntas a mi novio hasta que se acojona y se larga.
Salimos fuera del baño ya que Aly nos lo suplicaba porqué ponían su canción favorita: Marry The Night. Mientras bailábamos como imbéciles alguien me tapó los ojos.
-¿Kate? ¿Puedes dejarme bailar? Pensé que adorabas ésta canción.-puse las manos sobre las del individuo pero no se parecían para nada a las de Kate
-Hola preciosa.-oí la voz de Zayn y me estrechó hacia atras para darme un abrazo
-Hola.-sonreí.-Tenemos un problema.
-¿Otro?- se rió
-¿Sabes cuántos paparazzis he visto hoy?-él negó con la cabeza.-Cinco, Zayn, ¡cinco!
-¿Solo? Lo normal son quinze o veinte.-murmuró.-¿Te molestan?
-Hasta el punto que les rompería una botella en la cabeza. No soy famosa, no me merezco que me acosen. En su momento ya descubrieron que no tengo talento. Porqué estemos saliendo no tienen que vigilarme allá donde voy.-me quejé
-¿Qué no tienes talento? Buen chiste, enana.-me despeinó
-Y otro problema al montón.-Zayn me miró atento.-Mi madre quiere cenar contigo, mañana.-suspiré
-No la decepcionaré.-me besó.-¿Bailamos?-me ofreció la mano
-Tú baila, yo te espero sentadita.-me reí pero al final cogí su mano. Marry The Night no era para bailar lento, pero nos daba igual. No podía parar de reírme.
-¿Sabes que me estoy enamorando de ti...-me susurró.-Pero mucho, mucho.-añadió y sonreí como una boba



miércoles, 27 de febrero de 2013

Catch Me 19 (Parte 3)

Narra Jess
Llamé a Zayn, pero pasaba de mí. ¿Qué cómo lo sé? Lo llamé varias veces, en ninguna contesto, menos en una. Y colgó rápidamente. Eso es lo peor que le puedes hacer a una chica.
No tenía resaca, tampoco bebí tanto como creía. Incluso bebí menos que de costumbre.Tampoco tenía nauséas ni mareos, estaba perfecta. O casi perfecta. Había pasado gran parte de la noche llorando y tenía toda la cara llena de rímel.
-Soy una guarra.-suspiré quitándome todo ese maquillaje de la cara.-Y una estúpida.-resoplé
-¿Hablas sola?-escuché una risita y vi a Zayn en el espejo
-¿Cómo has entrado?-me di la vuelta
-Por la ventana.-sonrió
-Es un quinto... ¿Cómo has entrado?-
-Una de las monitoras del campus es Directioner.-me abrazó
-Zayn, no me toques.-dije, calmada, y me aparté
-¿Por qué?-su tono era de cansancio
-Zayn...tengo que ir al ginecólogo, no me apetece que me abraces, ni que me beses, ni nada, ¿vale?-
-¿Qué tiene que ver?-
-Estoy de mal humor.-gruñí
-Tú siempre estás de mal humor.-
-Te quiero... Pero eres un pegajoso.-comencé a jugar con su pelo
-Pero...te encanta.-se apartó
-Ven, tonto.-lo abracé
-Y ahora eres bipolar. Estás loca, muy loca.-
Yo solo me reí y lo abracé bien fuerte:
-Lo siento, ¿vale?-lo besé
Él suspiró:
-No es tan fácil, no puedes hacer esto, estás embarazada.-
-Pero yo no quiero estarlo, Zayn.-
-No comiences a gritar.-
Me tiré a mi cama gruñendo.
-No me beneficia en nada...me siento mal todo el tiempo, me duele la espalda, vomito, me mareo, a veces me cuesta andar, me duele todo el cuerpo y...lo peor...-
-¿Qué?-me interrumpió enfadado
-Discutimos, mucho. Odio discutir contigo.-abrí la ventana y cogí un cigarro
-¡Jess!-cogió el cigarro y lo tiró por la ventana
-Tienes una obsesión con tirar cosas por la ventana, ¿o qué?-
-Tu vida ha cambiado, no puedes seguir con tus malos hábitos.-
-Ahora me vienes de maduro. Oye, soy una atléta, y lo sabes bien porqué te colaste en mi vestidor. Yo me cuido, a mi manera.-
-Ah, sobre el equipo, vas a tener que dejarlo.-
-¿Qué? Ni hablar.-cerré la ventana de golpe
-Si es por el dinero yo te lo pago.-
-No quiero ser una mantenida.-
-No lo eres, estás embarazada, Jess.-
-Adoro el equipo de animadoras, aunque no lo creas.-
-Pero te avergüenzas.-
-Zayn, no quiero ponerme como una vaca.-le abracé
-¿Es por eso? Tú eres perfecta, aunque estés gorda, flaca, alta, baja, gótica...-
-No soy gótica.-
-No, eres una chica genial y talentosa. No paro de ver tu audición.-
-Oh dios, ¿la has visto? Mátame.-me reí, no me gustaba esa audición, y, cuando me rechazaron, me hundí tanto, que decidí no volverla a ver y no acercarme a un escenario
-De verdad cantas bien, Shields.-
-¿Cómo sabes que nací en...?-
-Kate.-me interrumpió, se sentó en la cama y yo me senté en su regazo
-¿Por qué eres tan guapo?-le acaricié la mejilla
-Que tontorrona, ¿tú no me odiabas?-
-¿Qué?-
-Anoche, dijiste que me odiabas.-se rió
-Soy idiota, no puedo odiarte.-lo acaricié con la nariz.-En el fondo...te quiero.-
-Yo te amo.-
-No compitas.-acaricié su nuca
-¿Dejarás el equipo?-
-No.-me reí.-Me voy al ginecólogo.-me levanté y busqué ropa: era todo negro. Creo que ya me había cansado de esa actitud fría mía. Decidí coger algo de Kate, que tiene mucha ropa.
Quiero cambiar mi estilo de vestir, pero la ropa de Aly tampoco es lo que quiero. Tiene un montón de vestidos y medias, lo que yo quiero es algo más urbano.
-¡Jess! No te pongas eso.-
-¿Qué? Eres un controlador...-
-Pareces más joven.-
-¿Y?-
-Las chicas como tú no deben estar embarazadas.-
-¿Eres tonto o algo?-salí al pasillo y comencé a andar hacia las escaleras
-Jessica, ¿a dónde vas?-
-A visitar a mi abuelita, ¿tú qué crees?-
-Espérame.-
-Vamos...-me paré y él me abrazó
Zayn me llevó a su coche. Comenzó a dolerme la barriga, supuse que eran los nervios. Cuando estábamos en la sala de espera comencé a abrazarle y él susurraba chorradas para que se me pasaran los nervios.
-¿Ves esa chica de ahí?-señaló a una de las chicas que teníamos delante, era rubia y muy guapa, y tenía una gran sonrisa en la cara
-Sí.-me reí
-Yo soy el padre de su hijo.-susurró
-Gilipollas.-dije, subiendo el tono
-Shht.-me hizo callar
-Eres bobo.-le susurré
-Solo quiero ver tu hermosa sonrisa.-levantó mi barbilla.-¿Ves? Así.-se rió
-¿Jessica Marin?-dijo una mujer con bata y yo casi salgo corriendo pero Zayn me cogió de la sudadera
Me sentaron en un sillón muy extraño con las piernas en alto y me hicieron esperar durante 5 minutos que se me hicieron eternos.
-Zayn, sácame de aquí.-le susurré
-Todo irá bien, tonta.-me cogió de la mano
Después de la visita (no tengo ganas de describir como fue, no quiero ni recordarlo) estuvimos esperando como una media hora hasta que la doctora salió apresurada y se sentó delante de nosotros.
-¿Cómo está el bebé?-Zayn no dejaba de sonreír
La doctora lo miró bastante mal y esquivó su pregunta, luego me miró a mí.
-Jessica, a tu edad...-
-A su edad nada, ¿cómo está?-preguntó Zayn, alterado
-Como te decía, a tu edad te recomendaría que abortases y...Cuando termines los estudios y tengas algo estable, tengas un hijo. Tienes toda la vida.-se acercó a mí.-Preferiría que no tubieses un parto de riesgo.-
-¿Parto de riesgo?-dijo Zayn asustado
-A su edad es lo más seguro.-
La cara de Zayn estába muy pálida y le cogí de la mano.
-Piensa en lo que te he dicho, Jessica. Aún estás a tiempo.-la doctora nos acompañó hasta la puerta
-Zayn, ¿estás bien?-le acaricié la mejilla
-No.-me abrazó con un solo brazo y me besó en la cabeza.-Puedes ir en bus, ¿verdad?-
-¿No me acompañarás a casa?-le pregunté
-Quiero...necesito ir a un sitio.-me besó en los labios y se fue, me quedé algo descolocada, pero no iba a llorar.
Subi al bus, hacía mucho que no lo utilizaba. Me cambié y me fui al entrenamiento de las mañanas.
-Tu amiguita es idiota.-Madison se acercó a mí
-No estoy de humor, Madie.-le respondí tirando la bolsa de deporte a un lado
-¿Te ha dejado Zayn?-puso morritos
-Pues no, somos muy felices, puta.-le sonreí irónicamente
-Ayer me peleé con la boba de tu mejor amiga. Tubo que venir Harry a separarnos porqué le estaba pegando una paliza.-
-¿Estás segura de que no te la estaba pegando ella? Ah no, debías estar medio inconsciente.-comencé a calentar haciendo el espagueti, ella se puso encima de mí para que me tocara los talones con las manos, en el fondo no es tan mala chica, solo que se siente sola.
-¿Por qué le pediste que se fuera?-me preguntó
-Me lo preguntas todos los días...-
-¿Por qué?-
-No quería que supiera que necesito dinero.-
-¿Necesitas dinero?-se rió
-No te rías, mis padres ya no quieren mantenerme.-
-¿Qué? ¿Por qué?-
-Eso es algo más privado, Madie.-esta vez, yo me puse encima de su espalda para que se tocase los talones
-Sabes que no me gustan los secretos.-se levantó.-Dame el brazo.-
-¿Ya empezamos?-me quejé dándole el brazo y ella escribió: "Secretos"
Siempre que hay algo que no le gusta nos lo escribe en el brazo, claro, es la capitana.
-Uh, secretos.-Jake me cogió del brazo
-Ya ves.-me puse uno de los auriculares, sonaba "Die in your arms" de Justin Bieber. Quizás me estaba volviendo cursi con Zayn.
-¿Estás escuchando a Bieber? ¿Desde cuando te has convertido en una pequeña Madison?-preguntó Jake
-¡Eh! ¡Menos con eso! Justin es un gran chico.-le sacó la lengua
-No tengo nada en contra de él.-respondí yo.-Canta bien.
-¿Sabes lo más raro de todo? Tú antes odiabas a One Direction.
-Odio a One Direction por como se comportan, son unos immaduros. Y eso es algo que también odio de mi novio, ¿entendido?-
-Y eso que Zayn es de los normalitos.-se rió Madison
-¿Y tú qué tal con los novios?-Jake se acercó a Madison y la cogió por la cintura
-¡Puaj!-grité y estuve a punto de salir corriendo, hasta que Madi le hizo la cobra a Jake, no pude evitar reírme
-Tengo novio, ya puedes estar parando.-¿Madi? ¿Con novio?
-¿Quién es? ¿Quién es?-me puse a dar botes
-No voy a decírtelo.-bajó la cabeza
-Okey, ya lo descubriremos, ¿verdad, Jake?-Jake asintió



miércoles, 6 de febrero de 2013

Catch Me (19) Parte 2


Narra Alison
Harry lleva mandándome señales desde que entré en la casa por segunda vez.
Se comportaba como un amigo conmigo y pensé que se acordaba de mí. Lo que, en parte, me hacía
feliz. Creía que no era una chica más. Ahora me daba cuenta de lo contrario. Nunca le había
importado. Ni la mitad de lo que me importa él a mí.
Y luego llegó Liam. Nunca pensé que me encontraría en una situación como ésta. Sí, él me hacía
feliz, me hacía sentir especial. Pero es verdad, discutimos por cosas estúpidas. Y me destroza pelear
con él.
Pensaba que sentirme tan mal después de una pelea era un síntoma de amor. Pero no se acercaba ni
lo más mínimo a lo que sentía por Harry. Más de un año pensando en él. Nadie sabía esto.
Ahora entendía porqué solo me llamaba de noche: el Harry sobrio es muy diferente del borracho.
Todo este tiempo que he estado con él, estando sobrios, ha sido genial. Me comprendía, me daba
consejos. Era un tipo genial. Nada que ver con el imbécil que conocí en la discoteca un año atrás.
¿Por qué me enamoré de él? A saber. Ni siquiera yo misma me entiendo. Entonces, ¿cómo pretendía
que Harry lo hiciera? No lo sé. Pero lo hacía.
Iba en shorts y me estaba helando, estaba en un banco del campus. Sinceramente, parecía una
vagabunda. Una vagabunda con panties de Victoria's Secret.
Oí unas voces al fondo de la calle del campus. Unos chicos arrastrando los pies por el césped y unas
chicas dando botes como locas. Todos borrachos.
-Mierda.-dije entre dientes.
Éran los del equipo de animadoras. Me odian desde que dejé el equipo. ¿Por qué lo dejé? De verdad
me encantaba, pero Jess me obligó a dejarlo... ¿Por qué? Si fuera fácil comprenderla a
ella...supongo que no estaría en este banco secando mis lágrimas a duras penas y limpiando el
fastidioso rímel que se había corrido.
Jake, uno de los bases del equipo (sí, uno de esos chicos que levantan a las animadoras a más de 4
metros de altura) se sentó a mi lado. Lo peor es que no era un base más...él fue mi base, y yo su
voladora.
-Cuánto tiempo.-se rió, apestaba a Whiskey
-Lo sé.-me crucé de brazos
Eructó y me aparté de él, asqueada.
-Pero mira quién está aquí.-Madison, asquerosa y apestosa Madison. Y no lo digo por decir,
apestaba, como Jake. Hasta me atrevería a decir que apestaba incluso más que Jake. Y asquerosa
porqué es la típica niñata que se lleva a los chicos al baño.-¿Qué has hecho todo este tiempo?
Supongo que aburrirte.-puso morritos haciendo ver que le daba pena
-Pues me lo he pasado genial...-me reí.-Me he librado de verte la cara todas las mañanas.-me
levanté
-Uh, golpe bajo.-Jake, metiendo mierda
Jake no es un mal chaval. Como todos. Y, como todos, cuando se emborracha, se vuelve subnormal.
Igual que Harry.
-Y yo la tuya... Y tus caídas, eras una patosa.-
-Por eso era capitana.-me acerqué a ella, desafiándola, mirándola a los ojos.-¿A cuántos chicos te
has llevado al baño este año?-
Jake, por detrás, levantó la mano:
-Culpable.-soltó una risita
Nunca me habrá imaginado eso de él. Siempre criticaba a Madison. SIEMPRE.
-John también se ha marchado del equipo.-añadió Jake, algo triste
John era mi mejor amigo, lo hacíamos todo juntos. Y, cuando me fui, no dejaba de decir que la
residéncia de animadores estaba solitaria. ¿Solitaria? Me echaría de menos, porqué esa residéncia es
toda una fiesta. Y cuando no están de fiesta... No hay tiempo para pensar: entrenamiento,
campeonato, clases, entrenamiento, campeonato, clases. Y así siempre.
John tambén era el mejor amigo de Jake, por eso sé que nunca me lo perdonará.
-No trates de dejarme de guarra...-Madison me acarició el pelo y yo aparté su mano.-Aquí la más
guarra eres tú.-me empujó y yo le devolví el empujón
De eso, pasamos a las manos. Sin darme cuenta estábamos en el suelo pegándonos. Siempre hubo
mucha tensión entre nosotras dos. Según ella, se acostaba con tantos porqué no podía estar con el
chico que quería: John. ¿Por qué? Decía que John estaba enamorado de mí. ¡Já!
-¡Alison!-Harry nos separó
-¿Qué quieres Harry? No te metas.-grité
-Vamos, Aly.-suplicó
-¿Por qué iba a hacerte caso? Te has olvidado de mí.-cogí la bolsa del banco y caminé
No sabía a dónde ir. No quería ir con las chicas. Y, si miraba hacia atrás, estoy segura de que
volvería a pegarme con Madi, o darle una cachetada a Harry. Incluso me atrevería a decir que le
reprocharía cosas a Jake sobre John. Estaba cabreada y no quería hacer tonterías.
Cogí el Ipod de la bolsa y me puse los cascos. Miré las canciones que tenía: todas de One Direction.
La verdad es que no me apetecía escuchar nada de ellos. Pasaría de llorar en los solos de Liam a
querer matar a alguien con los solos de Harry. Y eso es una mezcla explosiva de sentimientos.
Después había canciones que había coreografiado con los animadores...tampoco tenía animos de
escucharlas.
Y, por último, canciones de la banda de John... ¿Por qué seguía eso ahí? Tengo que hacer limpieza.
El caso es que su voz siempre me aliviaba. Pero John se había ido hace unos meses de la
universidad y escuchar una de sus canciones me dejaría aun más hecha polvo.
Guardé otra vez el Ipod, no me servía de nada.
Miré dentro de la bolsa...chocolate. Sí, eso sí que servía. El chocolate siempre sube los ánimos. Me
senté en la entrada de la uni. Eran las 7 de la mañana y ya empezaban las clases de los mayores.
Todos pasaban a mi lado y me miraban como si fuese una vagabunda, era la segunda vez esa
mañana que me sentía abandonada.
Quería irme, pero ¿a dónde? ¿En pijama? No, la verdad.
-¿Liam?-le llamé, solo quería abrazarle
-Kate, suenas preocupada, ¿estás bien?-
-Sí, tranquilo.-suspiré, quizás era la primera vez que le mentía.-¿Puedes venir a buscarme a la
entrada de la uni?-
-Claro, cariño.-su voz sonaba muy confortable, acogedora, me daban ganas de achucharle. ¿Pero
para qué? Solo le haría más daño, creo que en el fondo sigo enamorada de Harry. También tenía
ganas de gritar, estaba frustrada.
Me resigné a llorar, no llevaba rímel, ya se me había corrido antes, pero tampoco quería hacer el
rídiculo. Y lo único peor que llorar es llorar delante de alguien que no sabe por qué lloras. Miles de
miradas de desconocidos fijarían un blanco sobre mí, especulaciones, incluso risas. No quería ser
juzgada aunque, para ser sinceros, me estaba juzgando a mí misma. Me sentía egoísta, ¿y si Liam
estaba enamorado de verdad? El simple hecho de pensar en él me provocaba un fuerte dolor en el
estómago, repulsión sobre mí misma.
Acaricié mi coleta suave y luego mi cuello masajeándolo con ambas manos. En cuanto dirigí la
mirada hacia mis hombros vi un arañazo que bajaba hasta lo más ondo de debajo de mi sujetador.
Ni siquiera me había dado cuenta de que estaba ahí, pero ahora dolía. Nunca me volveré a pegar con
una animadora. Ni con nadie.
En general no soy una persona agresiva, suelo esquivar los problemas. Pero me daba impoténcia
que Madison me tachara de guarra solo por qué soy (o era) la mejor amiga de John.
-John.-su nombre no dejaba de entrar y salir de mi mente, pensara en lo que pensara, todo me
llevaba a él y a cuánto lo echo de menos. Siempre me traía café por las mañanas, me ayudaba a
estudiar, me enseñaba las piruetas más difíciles...Era como un hermano. Sin embargo, llevaba más
de 3 meses sin saber de él. No voy a mentir: lo llamé tantas veces que pienso que creyó que lo
acosaba. Pero nunca lo cogía. ¿Me tenía miedo? Tampoco me detuve a pensar qué iba a decirle si lo
cogía. No quería reprocharle que se hubiera ido pero...Lo necesito a mi lado.
-Amor.-Liam me dio un beso corto en los labios, el dolor en el estómago volvió de pronto
-Hola, Liam.-dije, algo seca
-En serio, ¿te pasa algo?-me ayudó a levantarme
-No, de verdad, estoy genial. Gracias por venir.-sonreí, esa sonrisa era otra mentira más
Él me abrazó, quería llorar, pero no pude. Llorar significaría delatarme, y no soy lo suficientemente
fuerte como para contarle lo de Harry. Por ahora.
-Estás muy guapa.-sonrió mirando mis panties
-Liam.-lo miré seria.-Voy en bragas.-
-Tú siempre estás hermosa.-entró en el coche, no sin antes abrir la puerta para dejarme pasar, como
un caballero.-¿Tienes frío?-me preguntó y yo asentí. Dejó caer su abrigo sobre mis hombros y yo
me hice una bola en mi asiento. Estaba todo el tiempo intentando no llorar.-Que bien que me has
llamado.-me rodeó con su brazo, sin duda, las cosas habían cambiado radicalmente entre nosotros.
Al menos desde mi punto de vista: ya no sentía lo mismo cuando sentía su piel rozar la mía. Un
escalofrío recorrió todo mi cuerpo. ¿Que bien? Quizás para él estaba bien, yo solo quería escapar de
ahí.
-¿Por qué?-tapé mi cara con el abrigo hasta la nariz
-Tengo un regalo para ti.-besó mi frente, ya no lo soportaba más
-Por favor, arranca.-le supliqué
-Espera, impaciente.-¿por qué lo hacía tan difícil?
De la parte de atrás del coche sacó una caja, ni siquiera me había fijado en ella. La caja era de
cartón, una caja normal y corriente, pero llevaba un lazo gigante de color rojo que la rodeaba.
-No, no, no, no. Por favor, Liam. No.-volví a suplicar, no quería un regalo, quería terminar con esto
lo antes posible
-Aly, es importante, te va a gustar.-estaba segura de que no me iba a gustar
Abrí la caja lentamente, me di cuenta de que tenía hipo. ¿Sería por las ganas de llorar? Tenía un
nudo en la garganta. En cuanto levanté las solapas un gatito salió de la caja. El gatito también
llevaba un lazo y algo colgaba de su cuello.
Abracé al gato con todas mis fuerzas y comencé a llorar. Liam me abrazó, ¿a caso creía que lloraba
de emoción?
-Eso no es todo.-Liam levantó al gatito y le sacó el lazo. Por la cinta se deslizó un llavero con una L
y una A y cayó sobre las manos de Liam.
-¿Qué es esto?-pregunté aterrada
-Son las llaves de nuestra nueva casa.-acarició mis mejillas
-No.-dije con la voz rota.-No, Liam. Por favor.-negué con la cabeza efusivamente.
-Aly, ¿qué pasa?-parecía asustado
-Yo solo...Liam tengo que hablar contigo.-el nudo en mi garganta no cesaba. No sabía por dónde
empezar. Tenía miedo de hacerle daño, pero el daño ya estaba hecho. Solo que él aún no lo sabía.
-Dime.-me abrazó.-¿Qué pasa? Pase lo que pase estoy aquí, para ti.-me miró a los ojos
Esa mirada me mató, y sus palabras fueron directas hacia mi pecho como un puñal.
-Eres el mejor.-lo abracé, por fin después de un largo silencio
-¿Eso es todo?-me preguntó
-Sí.-suspiré secando mis lágrimas.-Solo...tengo miedo.-apoyé mi cabeza en su pecho y me acarició
-No tienes por qué tenerlo. Creo que es hora de dar un paso más. Ya lo verás, todo irá bien.-besó mi
cabeza, reprimí las lágrimas de nuevo.-Te amo.-me separé lentamente, quería disimular lo mucho
que me dolían esas dos palabras. Dieron tumbos por mi cabeza todo el trayecto hacia "nuestra" casa.
Era un piso, lo que no me molestó para nada. Hace ya más de 5 años que no vivo en una casa con
jardín y todos esos tópicos británicos. Entré por la puerta temblorosa: olía a nuevo. Me tambaleé
hasta ese sofá de cuero rojo. Liam tiene muy buen gusto. Me senté y acaricié esa tapicería moderna.
Era suave y áspera a la vez. Confortable y aterradora. Era una mezcla de sensaciones, odiaba esa
mezcla.
-¿Te gusta? ¿Quieres que te la enseñe?-preguntó acariciándome, no estaba sentado, me miraba
desde arriba. Su mirada parecía una mezcla entre sensualidad y ternura. ¿Cómo lograba hacer eso?
O se es sexy o se es tierno, ¿no? Se sentó encima de mí y comenzó a besarme efusivamente.
-Ya la iré descubriendo yo sola.-me separé, seca, ni loca quería quedarme en esa casa
-Iré a por unas rosquillas al bar de abajo, ¿quieres algo?-ese era mi momento, ni que fueran diez
minutos, podría reflexionar sobre lo que estaba pasando
-Un café con caramelo, una botella de agua, una rosquilla, unos gofres y una aspirina.-quería que
tardase
-Eres exigente.-respopló.-En seguida...-dijo no muy seguro.-Ahora vuelvo.-se corrigió al final
En cuanto salió por la puerta busqué el baño. Era un baño realmente grande, había un espejo de
cuerpo entero. Me miré a mi misma y acaricié el frío cristal del espejo. Tenía los ojos muy
hinchados y me metí en la bañera.
Ahí podía llorar, mis lágrimas éran pequeñas en comparación con el chorro de agua que salía del
grifo. Mojé mi cabeza, necesitaba despejar mi mente. Podía esperar una semana, necesitaba esperar.
Además, el miércoles (dentro de dos días) teníamos el intercanvio con Francia, era una buena
ocasión para aclarar mis ideas y coger fuerzas para confesárselo todo a Liam.
-Eres una traviesa.-Liam se agachó en frente de la bañera y acarició mis labios, yo abrí la boca y él
dejó caer la aspirina sobre mi lengua.
-Gracias.-tragué la pastilla, el nudo de mi garganta había desaparecido
-Déjame sitio, me bañaré contigo.-acarició mi nuca, tenía las manos frías
Se quitó la ropa y se sentó en frente de mí. Yo me tumbé encima de su pecho y le cogí de la mano.
Era relajante, doloroso, pero relajante. Noté un bulto debajo de mí. ¿Liam había tenido una
erección? ¿Justo en ese momento? Me separé y me volví a sentar.
-Perdon.-se sonrojó
-¿Por qué pides perdon?-me reí
Él agachó la cabeza y se puso las manos en "el bulto".
-Es atractivo.-volví a reírme, ¿por qué me reía? No era gracioso, no pensaba acostarme con él, de
ninguna manera.-Pasado mañana tengo el intercanvio con Francia.-sonreí, mirándolo a los ojos
-¿Irás?-
-Por supuesto.-exclamé
-Te echaré de menos.-
-Solo son 15 días.-se acercó a mí y me dio un beso corto
-Espero que te lo pases bien.-
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He decidido dividirlo en partes porqué es largo y no tengo tiempo de pasarlo todo a ordenador, así que en las siguientes partes me centraré en otros personajes.
Se lo dedico a Joanna:'')

viernes, 1 de febrero de 2013

Catch Me (19) Parte 1

Narra Harry

Conocí a una chica en la discoteca. Al principio iba a llevármela a casa, como siempre. Pero decidí...utilizarla como clavo, como me dijo Jess. Ya sé que suena mal, no me gusta utilizar así a las chicas. Pero cada día pensaba más en Kate, y eso me estaba matando. Necesitaba una salida, no tenía opción.
Su nombre, si no recuerdo mal, es Kyle. Una chica rubia, alta, delgada...un bellezón.
Estuve hablando con ella toda la noche, nos besamos, nos dimos los teléfonos...La misma historia de siempre, pero sin cama. No había bebido mucho, así que cogí el coche. Pero tampoco quise arriesgarme a que me pararan, así que cogí un camino diferente.
Nunca cogía ese camino, quizás por eso vi lo que vi...¡Josh! ¿Qué hacía allí? Acerqué el coche a la calzada y bajé la ventanilla para verlo mejor.
-¡Josh!-grité y, en cuanto se dio la vuelta, vi que iba cogido de la mano de una chica impresionante. Morena, alta, ojos pardos preciosos...sí, era una chica impresionante.
-¿Harry?-dijo asustado.-¿Qué haces aquí? No sueles estar por aquí.-
-Te podría decir lo mismo...¿Quién es ella?-sonreí pícaro
Se acercó a la ventanilla y susurró:
-Es mi novia...No quería que lo supiérais...-
-¿Por qué? Somos de confianza.-me molesté, es uno de mis mejores amigos
-Oh vamos, siempre acosáis a las chicas con las que salgo.-la chica se soltó de su mano y se acercó a la ventanilla. Sé que es políticamente incorrecto, pero no pude evitar mirar hacia el escote de su vestido.
-Soy Joanna.-sonrió pasando la mano para que pudiera estrechársela
-Yo soy Harry.-le correspondí el apretón de manos.-Eres una afortunada.-me reí
-Harry...tengo que irme...-tosió Josh.-
-Sí, no os entretengo.-solté la mano de la chica y arranqué el coche de nuevo.-Cuidáos.-grité y Josh se despidió con la mano
Entonces se me ocurrió pasar a ver a las chicas a la residéncia. Era tarde, pero tenía que quitármelo de la cabeza. Ir a ver a Aly, con ojos de amigo y no de enamorado. Si conseguía eso...podría olvidarme de ella.
Cuando llegué, oí como estaban hablando y me senté en el pasillo.
-¿Embarazada?-oí a Cash que gritaba y abrí los ojos como platos
-Sí, estoy embarazada.-esa era Jess, con la voz rota, parecía que quisiera llorar
-Vamos, tocan los insultos.-la tierna voz de Kate
-Estoy bloqueada...Zayn tiene razón...no puedes beber embarazada.-
-¡Estoy bien!-gritó.-¡¡¡Tú eres la que tiene el problema!!! Te acuestas con el mejor amigo de tu ex, que encima tiene la llave de su casa.-le replicó
-Vamos chicas.-suspiró Aly
-¿Y tú Aly? Tampoco te quedas corta. Discutes con tu chico por tonterías.-
¿Liam y Kate habían discutido? Eso, a la vez que aliviarme (sí, me siento mal amigo), me hizo preocuparme. Sí, estoy enamorado de Aly, y sí, me gustaría que estuviese soltera. Pero prefiero mil veces que sea feliz. Y oír como Kate callaba ante el reproche de Jess...eso era una muestra de que estaba dolida.
-Va más allá que todo eso, ¿sí? No sabéis nada.-sí, ahora sí que lloraba
¿Qué había hecho Liam? Estaba asustado, quería ver feliz a Aly, era lo único que me importaba.
-¿Qué no sabemos?dijo Jess, más calmada
-Nada.-sentí como la puerta se abría y fui corriendo hacia la otra punta del pasillo. Oí los pasos de Aly hacia mí, estaba todo oscuro pero, encuanto la tube delante, la abracé como si me fuera la vida en ello. Noté sus manos frías acariciando mi pelo.
-¿Harry? ¿Qué haces aquí?-sonrió secándose las lágrimas
-¿Eh? Pues...-no recordaba por qué había venido.-...He venido a veros.-dije, por fin
Ella undió su cabeza en mi pecho y noté como sus lágrimas mojában mi camiseta.
-¿Por qué me haces esto?-
¿Qué? No recuerdo haber dañado a Alison...¿De qué hablaba?
-¿Qué hago?-besé su cabecita, estaba temblando, no podía creer que la tenía tan cerca
-No te acuerdas, ¿verdad?-
-¿Qué pasa, Kate?-la abracé más fuerte
Ella se separó y noté como su tono de voz aumentaba.
-Antes de Liam, antes de nadie...estuviste tú.-lloraba, nunca había visto a nadie llorar así
-Aly, dime lo que pasa, por favor.-reprimí las lágrimas como pude
-El año pasado, en una discoteca. ¿No te acuerdas? Perdí la virginidad contigo, joder. Estuviste llamándome todas las noches...Pero nunca te lo cogía. No te acuerdas de mí...-se fue